- Concientizar y educar:
Al personal de salud y familia para detectar cualquier alteración de la integración de la piel, valora y registra.
- Control de la Humedad:
Cambio frecuente de pañal, sábana y ropa cuando está, esté sucia o mojada por orina o heces.
- Vigilar zonas con dispositivos:
El uso de sondas, catéteres y los medios utilizados para la fijación pueden producir fricción en la piel adyacente.
- Hidratación de la piel:
Los ácidos grasos hiperoxigenados ayudan a la hidratación de la piel asi como favorecen la circulación capilar.
- Aporte hídrico:
Indispensable para la prevención de UPP ya que la piel hidratada tiene menos riesgo de lesionarse.
- Movilización:
Se realizará cada 2 horas conforme a las manecillas del reloj y por la noche cada 4 horas.
- Reducir fricción y cizallamiento:
Mantener la ropa de cama limpia, seca y sin arrugas.
- Protección de la piel:
Con productos de barrera como: películas de poliuretano, óxido de zinc, apósitos hidrocoloides, etc.
- Soporte nutricional:
Favorece la cicatrización de las úlceras, evita su aparición y disminuye la frecuencia de infecciones.
- Limpieza y curación:
Desbridamiento de manera correcta para minimizar riesgo de infección.
Autora: Lic. Liz Cristaldo – Coordinadora de la Carrera de Enfermería