Esta pregunta es probable que nos planteemos, más de una vez, a lo largo de nuestra vida: ¿realmente contamos con los conocimientos necesarios para minimizar los “sustos” financieros?
Si tienes la capacidad de comprender y aplicar en tu vida cotidiana los conceptos básicos de la administración del dinero, es altamente probable que cuentes con “Educación Financiera”, por ejemplo:
- Sabes cómo generar ingresos
- Planificas y pagas puntualmente tus gastos y deudas
- Identificas y aprovechas oportunidades que pueden ser medibles en dinero, ya sea aumentando tus ingresos o disminuyendo tus egresos
- Cuentas con una meta de ahorro periódico y lo cumples regularmente
- Por lo general no pagas multas y recargos, entre otros
Si cumples con este listado, la respuesta es que cuentas con los conocimientos financieros básicos que te permiten entender y tomar decisiones sobre el funcionamiento del dinero.
Según la definición técnica, la educación financiera es una disciplina mediante la cual se enseñan conocimientos financieros. Una persona con educación financiera puede decidir correctamente sobre su economía, disminuyendo las posibilidades de caer en deudas costosas o problemas económicos.
¿Cómo tener unas finanzas saludables?
Los conocimientos adquiridos en el tema deben ser aplicados en la vida cotidiana para la administración eficiente del dinero, a fin de lograr un bienestar financiero, que debe estar enfocado esencialmente en:
- Definir un presupuesto personal o familiar, donde se refleje ingresos y egresos prudentes.
- Llevar un estilo de vida acorde a lo que permita el presupuesto personal o familiar.
- Prever el futuro, creando un fondo de ahorro que será destinado para la salud, educación, inversión o jubilación.
- Analizar desde la productividad y costo de oportunidad el dinero que tenemos sin uso en el Banco o Cooperativa; lo ideal es realizar inversiones que permitan generar intereses o ganancias.
- Pagar con puntualidad las deudas y gastos a fin de evitar perder dinero con el pago de multas e intereses.
- Cuidar de mantener una buena calificación crediticia ya que esto permite acceder a oportunidades de financiación, de manera ágil y con costos razonables.
Entonces, estos aspectos que están detallados de manera muy general, son razones más que suficientes para que te motives a seguir creciendo en tu educación financiera; la meta debe ser lograr calidad de vida a través de una estable salud financiera
Autora: Ana Karina Prieto G.