La realidad jurídica de la niñez versus la realidad cotidiana de la niñez

Un mundo ideal y perfecto
Mucho antes de los conceptos actuales, respecto a la sociedad y sus dualidades, Platón nos convencía con su mundo ideal, habitado por verdades muy similares a las que también Tomas Moro nos dibujo con aquella pluma cándida, como muchos la catalogarían, en su Utopía. Hoy, al fijarnos en aquellas mentes distantes de nuestro tiempo, bien podemos entender a estos obreros de la intelectualidad, lo podemos hacer con una sola mirada al amplísimo digesto jurídico con el cual arropamos y cobijamos a la tierna infancia y la alegre adolescencia que con candidez inicia su vida con pasos seguros y dignos, con una progresión geométrica en su desarrollo integro y cada aspecto. Ahora bien, luego de este paseo filosófico cuasi fantástico es preciso descender a las calles de cualquier ciudad de nuestro país, apartando nuestra mirada de los volúmenes interminables de la gran producción legislativa nacional acerca del tema tutelar que nos atañe.
Lo antónimo de lo jurídico
El trabajo y los niños
El niño, antes descuidado jurídicamente, hoy sujeto de derechos principalísimo en nuestro sistema normativo, carece de conceptualización en la Ley que protege, este apenas “inciso” no requeriría comentario, sin embargo, a la luz de la realidad es notable este hecho. He aquí que la realidad del sujeto se contrapone con el “factum”. Niño y trabajo, dos palabras que se hacen carne según las realidades estadísticas que reflejan que cerca de 50.000 niños, niñas y adolescentes son explotados con la figura del criadazgo en nuestro país , esta esclavitud moderna y encubierta de tan alta vigencia, se añade al “nada despreciable” numero de 400 000 niños y adolescentes que se encuentran en situación de trabajo infantil, casi el 50 % se ocupa en actividades relacionadas con la agricultura, 12,2 % realiza actividades de trabajo doméstico en hogares de terceros .
Un futuro con educación incierta
Tenemos con esta visión estadística una realidad que destroza el ideal jurídico con la siempre triste percepción de los órganos, en solo una de las dimensiones. La esperanza, (aún no nos despojaremos de ella y no lo haremos hasta el umbral del infierno de Dante) nos traslada a hurgar en una dimensión tan, sino mas, protegida como la anterior, la educativa: de 641.571 en la franja de 5-17 años, solo asistieron para a una institución educativa al menos 450.402 , a lo que debe sumarse la altísima deserción que se traduce en adolescentes expulsados del sistema educativo por diversos factores, entre ellos el preeminente resulta ser la pobreza y la necesidad que los empuja, en el eterno circulo vicioso de adentrarse a la dimensión anterior, al trabajo. Evidentemente lo anterior es tan solo un dato a modo de referencia en un contexto como el presente, de un análisis superficial y comparativo entre la realidad y la que a modo de sarcasmo podríamos denominar “ficción jurídica”, pues los datos abundan y son de acceso fácil.
Salud, divino tesoro al final del arcoíris
En su concepción clásica, el Estado esta obligado a brindar educación, seguridad y salud, este ultimo aspecto tal vez sea el fundamental en la vida de las personas y cuanto mas en aquellos que en un futuro serán la proveedora de recursos para el mismo Estado. Así con un vistazo comparativo entre los derechos a ella y la realidad en cuanto a ella recurramos a datos ciertos de cada 100 embarazos: 20 son de adolescentes y 1 es de una menor de 15 años . Este dato, con crudeza absoluta, no solo habla de salud, denota educación deficiente o inexistente, abuso sexual, indigencia, y un futuro cierto para el nuevo integrante de la sociedad, que de tener la “suerte” de nacer, continuará con el ciclo de su progenitora y será parte de idéntica estadística futura.
En otras dimensiones que podríamos explorar las cosas no mejoran, muy por el contrario, el empirismo cotidiano de viandantes nos demuestra que las drogas y la delincuencia (sin saber cual de los factores determina al otro) son padre y madre de un enjambre de estos sujetos de derechos (objetos de estudio y estadísticas) rodean ciudadanos menos desgraciados, ansiando tomar alguna migaja que ayude a sobrevivir un día más.
Post data
Al momento de culminar estas líneas en las noticias se puede leer y ver “Mujer dio a luz en el piso del Hospital Nacional de Itauguá”, aquí cabe solo una afirmación: así recibimos a los niños en el Paraguay…, el resto de su vida es una profecía estadística.

Autora: Docente Abog. Maria Victoria Arrosse – Docente de Mediación y Resolución de Conflictos y de Niñez y de la Adolescencia