El guaraní: Alma, Corazón y Espíritu del Paraguay

El 25 de agosto no es simplemente una fecha en el calendario, es un día que reverbera en el alma de cada paraguayo, un himno silencioso que resuena en nuestros corazones. Es un tributo al idioma que no solo nos comunica, sino que nos define, nos conecta y nos entrelaza en una sola voz: el guaraní.

El guaraní no es una simple colección de palabras, es la esencia misma de nuestra identidad, el faro que nos guio en los tiempos más oscuros, como cuando la tempestad de la Guerra de la Triple Alianza azotó nuestra tierra. Fue en ese crisol de fuego y sangre que el guaraní emergió como nuestro escudo y nuestra espada, siendo el hilo invisible que nos mantuvo unidos, indómitos, frente al embate de las fuerzas enemigas.

El eco del guaraní también resonó en el árido y sofocante infierno verde del Chaco, donde cada palabra pronunciada en nuestra lengua fue un grito de resistencia, un juramento de supervivencia. Fue el guaraní el que susurró esperanza en los corazones de nuestros soldados, recordándoles quiénes eran y por qué luchaban.

Y al ritmo de una guarania, esa melodía nostálgica que parece arrancada del alma misma de nuestra tierra, el guaraní se eleva como un canto que rememora nuestras luchas, nuestras alegrías, y nuestras penas. La guarania, con su dulzura melancólica, es la música que envuelve nuestro idioma, dándole un aire de eternidad, un reflejo de lo que somos y de lo que nunca debemos olvidar.

Este idioma, que es a la vez música y poesía, es nuestra herencia más preciada, un legado inmortal que late con fuerza en cada rincón de nuestra amada patria. El guaraní no es solo un idioma; es el pulso de nuestra nación, la sangre que corre por nuestras venas, el espíritu indomable que nos caracteriza y nos eleva por encima de las adversidades.

Ser paraguayos es más que una nacionalidad; es un sentimiento profundo que llevamos tatuado en la piel, que se manifiesta en nuestra voz y que arde con intensidad en nuestros corazones. El guaraní es nuestro tesoro más valioso, una joya que brilla con el resplandor de nuestra historia y que seguirá iluminando nuestro camino hacia el futuro.

Cada vez que hablamos en guaraní, honramos a nuestros ancestros, celebramos nuestra cultura y proclamamos al mundo entero la verdad de lo que somos: un pueblo orgulloso, resiliente y profundamente conectado con sus raíces. Que siempre llevemos en alto el estandarte del guaraní, y que su melodía siga siendo la banda sonora de nuestras vidas.

Autor: Lic. Hugo Alessandro Cicciolli Almada

Coordinador de Carrera de la Facultad de Educación a Distancia y Semipresencial

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