El actual estilo de vida que llevamos, los horarios laborales y el poco tiempo libre que nos queda, obligan a gran parte de la población a comer frecuentemente fuera de casa, con el consecuente impacto en su economía personal y lo más importante, en su salud.
Dentro de la economía individual o familiar la alimentación representa uno de los elementos más importantes del gasto mensual, ya que tiene que ver no sólo con la sobrevivencia, también con la salud, el rendimiento y la productividad. La buena alimentación es fundamental para que los menores tengan un mejor aprovechamiento escolar, los adultos logren mayor productividad durante su vida laboral y las personas de la tercera edad tengan una vejez plena, sin complicaciones de salud. Es importante que el gasto que realizas en alimentos tenga como prioridad el consumo de productos sanos, que te permitan mantenerte en óptimas condiciones de salud y con ello evitar que parte de estos ingresos los canalices a cubrir gastos de enfermedades.
¿Sabías que la mayor parte de los alimentos que consumimos en restaurantes, copetines, en la “comida rápida” o en puestos de la calle, contienen altos niveles de grasas, azúcares, carbohidratos y sodio? Además de que en ocasiones los preparan con bajos estándares de higiene y calidad.
Imposible eliminar este gasto, sí es posible economizar y cuidar tu bolsillo y tu salud. Puedes empezar por revisar cuánto gastas a la semana comiendo en cafeterías, comedores públicos y restaurantes, cuánto podría mejorar tus finanzas si preparas la comida en casa.
Llevar al trabajo alimentos preparados en casa puede ser una alternativa económica y saludable. Si organizas tu tiempo y planificas lo que te llevarás en la semana, seguro en unos meses habrás perdido unos cuantos kilos y notaras cambios en tu economía.
Modificación de hábitos alimenticios
“La dieta ha ido cambiado en los últimos años, de una dieta tradicional a una dieta industrializada”, donde proliferan galletas, bebidas azucaradas y alimentos como comida rápida.
Lo ideal sería que todos puedan ir a sus casas a almorzar y luego volver al sus labores, son muy pocas las personas que pueden realizarlo en los tiempos de hoy día. Hoy tenemos la recomendación de tratar de comer más sano la frase; De la huerta a tu mesa, como lo sostiene la nutrición Funcional, recomiendan comer animales criados en granja familiares contar con macetas de algunas especies incluso plantar nuestras propias huertas familiares.
“Debemos regresar a la dieta tradicional ya sea legumbres, tomate, calabazas, todas la verduras, todos los alimentos que sean nativos de nuestro país, que son producidos gracias al clima que tenemos, enfocarnos en eso y evitar comprar la menor cantidad de alimentos industrializados”.
Te recomendamos si tienes que comer fuera de casa:
Reducir la frecuencia de comidas en el trabajo e incrementar los alimentos preparados en casa.
Cocinar sólo un día a la semana y distribuirlo en porciones para toda la semana.
No comprar frituras o dulces entre comidas, sustitúyelos por fruta o verduras que lleves desde casa.
Buscar las opciones más saludables y a mejor precio que estén cerca de tu lugar de trabajo.
Las ensaladas son unos buenos aliados.