Cuando se inicia un proyecto de investigación, las dudas son inevitables. Los estudiantes de los Semilleros de Investigación de la FEaDyS enfrentan preguntas clave: ¿Cómo empezar? ¿Qué método es el adecuado? ¿Cómo asegurar que los resultados tengan validez? Aquí es donde la metodología entra en juego, como una herramienta que transforma las preguntas en soluciones claras.
El rigor metodológico no es solo una exigencia académica, sino el fundamento que garantiza que el trabajo realizado aporte valor. Un proyecto mal estructurado genera datos confusos, pero un enfoque metodológico sólido asegura resultados útiles. Por ejemplo, si se está investigando el impacto de las tecnologías en la educación a distancia, un diseño metodológico débil puede llevar a conclusiones erróneas. La metodología no solo organiza el proceso, también lo hace fiable.
Para los estudiantes del semillero, cada decisión en el proceso debe ser reflexiva. No basta con seguir pasos establecidos, hay que cuestionar: ¿Por qué este método? ¿Qué resultados se esperan? Esta actitud crítica es lo que define una investigación rigurosa, una que no solo cumple con los requisitos formales, sino que realmente aporta al conocimiento.
Al final, lo que diferencia una investigación valiosa es su impacto. Los proyectos desarrollados en los Semilleros tienen la oportunidad de abordar problemas reales, con respuestas claras y bien fundamentadas. Es en este rigor donde comienza el verdadero aprendizaje y la creación de conocimiento.
Autor: Dr. Juan Ireneo Barreto
Coordinador del Consultorio Metodológico de la Facultad de Educación a Distancia y Semipresencial