El 11 de noviembre se conmemora el Día de la Diplomacia Paraguaya, una fecha que nos recuerda la importancia de quienes, a través de la palabra y el entendimiento, han defendido los intereses de nuestro país en el ámbito internacional. La Diplomacia Paraguaya ha sido un pilar fundamental en la historia de nuestro país, una fuerza silenciosa pero poderosa que ha sabido enfrentar desafíos inmensos con valentía y determinación. Aunque Paraguay sea pequeño en su extensión territorial, su diplomacia ha demostrado ser inmensa en su corazón y en su capacidad de hacerse escuchar en los foros internacionales, donde el eco de las grandes potencias suele dominar. La voz de Paraguay, a través de sus diplomáticos, resuena desafiante y valerosa, tejiendo una presencia significativa en el mundo a pesar de su tamaño modesto.
La diplomacia paraguaya ha sido la encargada de enfrentar las tempestades de las políticas internacionales, utilizando la pluma como su principal arma. En lugar de espadas y fusiles, nuestros diplomáticos han defendido al suelo guaraní con argumentos sólidos, con razonamientos más poderosos que cualquier cañón. En un mundo donde las guerras a menudo se esconden tras palabras diplomáticas y donde los debates arden sin necesidad de estallidos, Paraguay ha alzado su bandera con firmeza, sin titubear. Entre las grandes potencias, entre los titanes de los discursos interminables, Paraguay ha hablado con serenidad, con la voz del que no tiene nada que perder y todo lo que ama por defender.
Nuestros diplomáticos han sido los verdaderos héroes de palabra y tinta, los fundadores de nuestra esperanza como nación. Han transformado tratados en puentes de entendimiento y han convertido controversias en oportunidades de paz. Estos valientes luchadores, sin necesidad de armas, han levantado a nuestra patria ante el juicio del mundo, logrando que se respete su lugar entre las naciones. En ocasiones, la historia puede olvidar a los humildes, pero gracias a nuestros diplomáticos, Paraguay ha sabido hacerse un espacio digno, basado en derechos y soberanía.
Figuras como Cecilio Báez, José Falcón, Leila Rachid, y tantos otros, son ejemplos de la entrega y el patriotismo que han caracterizado a nuestra diplomacia. Ellos no buscaban la gloria ni el poder personal, sino simplemente la justa voz de la razón. Su misión era conseguir la paz que tanto necesitaba un país que estaba resurgiendo, y lo lograron con una dedicación incansable y un amor profundo por la patria.
Es importante que los jóvenes del Paraguay miren hacia estos hombres y mujeres que, con su intelecto y valentía, nos dieron dignidad en la mesa del mundo. Ellos no permitieron que el nombre de nuestra nación fuera mancillado y, con su temple, abrieron nuevos mercados y firmaron tratados de hermandad. Gracias a su trabajo, el sueño del Paraguay se ha exportado y ha sido parte de la voz de la humanidad. No es solo en los campos de batalla donde se forjan los héroes; también en las salas de conferencias, donde el acero se transforma en palabras de justicia y el honor del país se mantiene intacto gracias al poder de la diplomacia.
A los jóvenes de sangre paraguaya, los invito a tomar la pluma y continuar la lucha con honor y valentía. Que el fuego del patriotismo arda en sus corazones y que sientan el llamado a ser los embajadores del sueño paraguayo. Ser diplomático es ser un representante del país, ser como las corrientes imperturbables del río Paraná, llevando la esencia del Paraguay al mundo entero.
Que el eco de nuestra diplomacia retumbe siempre, y que el nombre de Paraguay sea un símbolo de paz, libertad y valentía. Gloria a los héroes de la palabra, a aquellos que hacen del diálogo su espada y del entendimiento su estandarte. Gloria a la Diplomacia Paraguaya, protectora incansable de nuestra soberanía. Que el mundo escuche y admire a quienes luchan con el poder de la paz. Y que todos aquellos que deseen luchar por su patria en el ámbito diplomático encuentren en esta historia el llamado a ser patriotas, a ser luchadores de pluma y corazón, y a enaltecer la historia de nuestra querida tierra guaraní.
Autor: Lic. Hugo Alessandro Cicciolli Almada
Coordinador de Carrera de la Facultad de Educación a Distancia y Semipresencial